La infidelidad es una experiencia profundamente dolorosa que afecta a nivel emocional tanto a la persona que la sufre como a la relación. Se rompe la confianza, generando una mezcla de dolor, rabia, confusión y una sensación de pérdida. La persona traicionada puede experimentar síntomas de estrés, ansiedad, insomnio, e incluso una dificultad para confiar nuevamente. La autoestima también se ve afectada, cuestionando su propio valor y buscando respuestas sobre lo que pudo haber hecho de forma diferente.
El proceso de sanación incluye enfrentar un duelo emocional, ya que la relación no vuelve a ser la misma. Sin embargo, aunque el dolor es inevitable, la recuperación es posible. No se trata de olvidar, sino de aprender a manejar las emociones y decidir si desea reconstruir la relación o dejar ir a la pareja.
¿Qué hacer?
Permítete sentir y expresar tu dolor: Habla con alguien de confianza, escribe en un diario o busca apoyo para procesar lo que sientes.
Busca ayuda profesional: Un terapeuta puede ofrecerte herramientas para enfrentar esta situación y tomar decisiones sobre la relación.
Redescubre tu valor: Recuerda que la infidelidad no define quién eres.
Tómate tu tiempo: No apresures tu sanación ni la toma de decisiones importantes. Reflexiona sobre lo que realmente necesitas para encontrar la paz.
Establece límites claros con tu pareja: Si decides seguir, es esencial hablar sobre lo que necesitas para reconstruir la confianza y superar la inseguridad.
Cuídate y cuida tu salud mental
Ligia de León & Asociados
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