Comunícate abierta y sinceramente con tu cónyuge, tómate el tiempo para hablar sobre tus expectativas, necesidades, deseos y preocupaciones.
Escucha activamente a tu cónyuge y busca comprender sus perspectivas.
Sé empático, trata de ponerte en sus zapatos y comprende sus emociones y experiencias, sé paciente mientras ambos se conocen y aprenden a vivir juntos. Acepta que habrá desafíos y conflictos, y trata de resolverlos de manera constructiva.
Mantengan vivo el romance, dediquen tiempo para disfrutar de momentos especiales juntos, salidas románticas y expresiones de afecto y amor.
Trabajen en equipo, apóyense mutuamente en los desafíos y celebren los logros juntos.
Cultiven intereses compartidos y espacios individuales.
Busquen apoyo si es necesario.
Recuerda que cada matrimonio es único y requerirá tiempo y esfuerzo para florecer. No te desanimes por los desafíos que puedan surgir. Con compromiso, trabajo en equipo y amor, es posible construir un matrimonio feliz y satisfactorio.
Ligia de León, psicóloga clínica

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